lunes, 18 de agosto de 2014

No sé vosotros, pero yo ya estoy invernando (por si los 'por si acasos').


Estoy invernando en un corazón sin ventanas,
y no tengo luz,
solo la que aporta mi cuerpo,
entre sábanas rotas
y espejos que no quieren
solo mi reflejo.


Te quieren a ti,
y a mi,
en la unión de dos cuerpos,
castigados por el amor,
y las mentiras.


Como le digo yo ahora
a este cabecita
que toca echarte de menos,
y pensarte en cada insomnio
pegado a mis labios,
y los pájaros sepan
hasta como cantarte,
desde que ya no estás aquí,
y yo de nuevo,


te eche de menos.


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