domingo, 4 de enero de 2015

Soy aire.



Nunca tuve esa certeza exacta de querer verte bailar,
en un escenario
en el que era la única que disfrutaba del espectáculo,
entre esas piernas y el pelo más bonito
entre el que siempre andaba perdida.
Siempre tuviste esa manera tuya de hacerme reír entre lineas
para acabar follando entre verso
y corazón.

Nunca tuve el valor suficiente
a plantarme delante de aquellos ojos
que tenia que arrancarme de la cabeza
cada noche para poder dormir.
Te vi mientras no me alcazabas
y aunque no lo sabías,
mis ganas casi te mordían
la nuca
y te rasgaban sediento
el corazón.
La lejanía ya no era,
y los celos me ahogaban,
pero entre nosotros no existía ella.
Cosí cada silencio,
cada inaguantable caricia 
que le hice a tu recuerdo.
Me preguntan por ti,
y me río,
a quien le suelto que sigues
entre tantos 
que me rozo los dedos
para encontarte,
que ya no estás en mis conversaciones recientes,
ni en mi agenda con un nombre particular.
que no puedo parar de ponerme de puntillas
y alzar los ojos para buscar tus yemas
tocando aquella guitarra,
y a solas,
tocándome a mi.

Sentimentalismo inverso.

Te enamoraste de otro amanecer,
de otra boca,
de otras pestañas más soñadoras.
Ahora me he disfrazado de aire,
para al menos rozarte,
porque ya no encuentro maneras 
para dejar de escribirte y pensarte


                                                           entre tanto desacierto.

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