miércoles, 30 de abril de 2014

La primavera ya no florece en mi pecho (pero si en mi cabello).


Queriendo de más o de menos,
la primavera ya no florece en mi pecho,
y ya no se que excusa poneros,
en vez de sonreíros y
admitir que quiero vivir a vuestro lado.

Me duele el corazón
de querer poco,
de odiar tanto,  y de que nadie me cuide
entre caricias que cierren heridas
y cafés que den sentencias
de muerte entre risas de despedida.

No quiero veros
y contaros como funciona la vida.
Que esta cabeza es un caos sin salida,
y mi cuerpo esta tan lleno de adioses
que hasta de lejos se rompe entre costuras,
porque es eso, costuras mal cosidas,
que se deshacen si no se saben cuidar bien,
amar bien,
o tan solo mirar bien.


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