jueves, 22 de septiembre de 2016

Ni en una entrada cabe to' lo que te quiero.


No se si es que el tiempo,
después de dar tantos palos manda algo bueno con luz propia,
y llegas.

Eres la excusa más bonita 
que nunca ha tenido nadie
para aprender a volar.
Y te quedas al lado
acariciándome las alas,
poniéndome tiritas en las heridas,
y nos bebemos cuando tenemos sed,
y nos hacemos el amor hasta vaciarnos por dentro
y reírnos hasta recomponernos.
Porque como explicar lo de tu risa,
saber que has sufrido guerras
y tienes secuelas
pero que puedo ser capaz de hacertelas olvidar,
que puedo iluminarte el camino de vuelta cada vez que te pierdas,
que puedo volar con tan solo quedarme mirando como duermes,
como eres capaz de hacerme sentir única fuera y dentro de la cama.

Como explicar que solo sumas,
que nunca restas,
que hicimos un trato, yo te protejo de ti y tu a mi del mundo.
Que es respirarte y saber que no quiero nada más.
Que te he sentido tan dentro, que ya se como lates,
y no quiero olvidarlo nunca.
Que eres hogar, lugar y sitio donde quedarme a vivir.
Como explicar que llegas,
y crees en mi como nadie lo hizo antes,
que me rescatas del fondo y me ayudas a crecer.
Como explicar que casi nunca estoy segura de nada, pero que has llegado y desde que lo has hecho, creo en ti.

Y creo y lo sé, que no quiero empezar desde cero,
quiero empezar desde ti.


domingo, 4 de enero de 2015

Soy aire.



Nunca tuve esa certeza exacta de querer verte bailar,
en un escenario
en el que era la única que disfrutaba del espectáculo,
entre esas piernas y el pelo más bonito
entre el que siempre andaba perdida.
Siempre tuviste esa manera tuya de hacerme reír entre lineas
para acabar follando entre verso
y corazón.

Nunca tuve el valor suficiente
a plantarme delante de aquellos ojos
que tenia que arrancarme de la cabeza
cada noche para poder dormir.
Te vi mientras no me alcazabas
y aunque no lo sabías,
mis ganas casi te mordían
la nuca
y te rasgaban sediento
el corazón.
La lejanía ya no era,
y los celos me ahogaban,
pero entre nosotros no existía ella.
Cosí cada silencio,
cada inaguantable caricia 
que le hice a tu recuerdo.
Me preguntan por ti,
y me río,
a quien le suelto que sigues
entre tantos 
que me rozo los dedos
para encontarte,
que ya no estás en mis conversaciones recientes,
ni en mi agenda con un nombre particular.
que no puedo parar de ponerme de puntillas
y alzar los ojos para buscar tus yemas
tocando aquella guitarra,
y a solas,
tocándome a mi.

Sentimentalismo inverso.

Te enamoraste de otro amanecer,
de otra boca,
de otras pestañas más soñadoras.
Ahora me he disfrazado de aire,
para al menos rozarte,
porque ya no encuentro maneras 
para dejar de escribirte y pensarte


                                                           entre tanto desacierto.